Se toman como principios, los principios del aprendizaje dialógico El aprendizaje dialógico se sitúa en el marco de las teorías que enfatizan el papel de la intersubjetividad, las interacciones y el diálogo como generadores de aprendizaje. Sus principios son: Diálogo Igualitario: Se entiende que el diálogo es igualitario cuando todas las aportaciones e intervenciones son consideradas en función de la validez de los argumentos y no en función de las relaciones de imposición o de poder. Es decir, todas las aportaciones van a ser válidas, independientemente de la persona de las que provengan, siempre y cuando se basen en argumentos. El diálogo igualitario contribuye a democratizar la organización en el centro educativo, en la medida que permite la participación de todos los miembros de la comunidad en igualdad de condiciones. Inteligencia cultural: engloba la pluralidad de dimensiones de la interacción humana: la inteligencia académica, la inteligencia práctica, así como la inteligencia comunicativa. Las habilidades prácticas son aquellas que se aplican para resolver una situación concreta en la vida cotidiana, incluyendo las que se aprenden observando a otros, o las que se adquieren a través de la propia acción. Las habilidades comunicativas son las que se aplican para resolver problemas que en un primer momento una persona no sería capaz de realizar en solitario. A través del acto comunicativo y la ayuda de otras personas, colaboran con ellas para resolver con éxito el problema en un determinado contexto. Transformación. Freire afirma: somos seres de transformación y no de adaptación. Esta transformación es posible a través de un proceso dialógico igualitario entre las personas que quieren cambiar una situación de desigualdad. Así que la acción transformadora del aprendizaje es aquella que transforma las dificultades en posibilidades, maximizando significativamente las posibilidades de alcanzar los máximos aprendizajes. Dimensión instrumental. Desde el aprendizaje dialógico se supera la oposición entre la dimensión humanista y la dimensión instrumental de la educación potenciando un currículum de la competencia y del esfuerzo, poniendo todos los mecanismos necesarios para que llegue al alumnado que más lo necesita. Este principio se traduce en potenciar desde la educación infantil y a lo largo de todos los niveles educativos, el máximo en lectura, en matemáticas, idiomas, historia, ciencia… no aceptar como inevitables los malos resultados. Creación de sentido. El sentido se crea cuando se tratan igualitariamente las aportaciones y las diferencias culturales o lingüísticas, cuando el alumnado siente que la escuela reconoce y refuerza su propia identidad y sus proyectos de futuro. Cuando se potencia el aprendizaje instrumental y las alumnas y alumnos saben que están aprendiendo mucho y contenidos importantes. Solidaridad. El valor de la solidaridad implica una educación igualitaria que ofrezca las mismas oportunidades. Esto implica no la competitividad, sino la colaboración; no la imposición, sino el consenso mutuo. Igualdad de diferencias. Para ofrecer la mejor educación es necesario que todas las personas independientemente de su origen, cultura, creencia, etc., estén incluidas, y sus voces sean tenidas en cuenta. Así, nos alejamos de la igualdad homogeneizadora o la diversidad desigual, y nos centramos en ofrecer los mismos resultados desde la propia diferencia cultural. En este sentido, la diversidad resulta un elemento de riqueza cultural, humana y académica que beneficia a todas las personas que participan de laPRINCIPIOS INSTITUCIONALES